Biografía de Giordano Bruno
(Nola, 1548 - Roma, 17 de febrero de 1600) Filósofo italiano. Cursó los estudios primarios en su ciudad natal. Movido por una profunda vocación religiosa, ingresa muy joven en la Orden dominicana.
Sus nuevas teorías contra la concepción cosmológica aristotélica, influido en muchos aspectos por Copérnico, pronto le ocasionaron importantes problemas con las autoridades de la diócesis, por lo que decide abandonar la ciudad.
Giordano ve en Europa amplias posibilidades para desarrollar su teoría filosófica y comienza una gira por diferentes países del continente. Sobre el arte de retener en la memoria las verdades adquiridas y descubrir otras mediante la combinación de diferentes términos, inspirados en el «Ars magna» de Raimundo Lulio (1232), compone una serie de escritos que obtuvieron una considerable resonancia. Tuvo gran aceptación -quizás por su prestigio de gran maestro en el arte combinatorio de Lulio- su comedia «Candelaio».
PRIMEROS PROBLEMAS: comenzaron durante su adoctrinamiento, al rechazar tener imágenes de santos, aceptando sólo el crucifijo. En 1566 tuvo lugar el primer procedimiento en su contra por sospechas de herejía. Dicho proceso no prosperó y, en 1572, fue ordenado como sacerdote dominico en Salerno y pasó al estudio de Santo Domingo Mayor, recibiendo en 1575 el título de Doctor en Teología de la Orden.
En 1576 fue acusado de desviarse en la doctrina religiosa y tuvo que abandonar la orden, huyendo a Roma, donde consiguió asilo en el Convento de Santa María, en Minerva. Después de viajar por Italia y Francia llegó a Ginebra. Allí abandonó los hábitos.
Bruno residió durante bastante tiempo en Oxford, donde compuso la mayoría de sus diálogos italianos. También vivió en Alemania, donde realizó sus poemas latinos. Tras aceptar una proposición de Giovanni Mocenigo para que le enseñara el arte de la memoria, se traslada a Venecia. Sin embargo, pronto todas sus ilusiones se verán frustradas cuando el mismo Mocenigo, poco después de su llegada a la ciudad italiana, le denuncia a la Inquisición. Al poco tiempo, el filósofo es trasladado a Roma en calidad de arrestado y tiene que sufrir una condena de siete años en la cárcel. A las numerosas invitaciones que Bruno recibió para que se retractase de sus teorías filosóficas, siempre respondió con negativas y su caso hubo de ser sometido nuevamente a sentencia con el veredicto final de pena capital. Fue quemado vivo en la plaza de Campo dei Fiori.
El Juicio a Giordano Bruno: A instancias de Giovanni Moncenigo, noble veneciano, regresó a Italia. Moncenigo se convierte en su protector, para impartir cátedra particular. El 21 de mayo de 1591 Moncenigo traiciona a Bruno entregándolo a la Santa Inquisición. El 27 de Enero de 1593 se ordena el encierro de Giordano Bruno en el Palacio del Santo Oficio, en el Vaticano.
Estuvo en la cárcel durante casi ocho años mientras se disponía el juicio —bajo el tribunal de Venecia—, en el que se le adjudicaban cargos por blasfemia, herejía e inmoralidad; principalmente por sus enseñanzas sobre los múltiples sistemas solares y sobre la infinitud del universo. Durante la ocupación napoleónica se han perdido la mayoría de los folios de ese juicio.
En 1599 se expusieron los cargos en contra de Bruno. Las multiples ofertas de retractación fueron desestimadas. Finalmente, sin que se tenga conocimiento del motivo, Giordano Bruno decidió reafirmarse en sus ideas y el 20 de enero de 1600 el Papa Clemente VIII ordenó que fuera llevado ante las autoridades seculares. El 8 de febrero fue leída la sentencia en donde se le declaraba herético impenitente, pertinaz y obstinado. Fue expulsado de la iglesia y sus trabajos fueron quemados en la plaza pública.
Biografía de Leonardo Da Vinci
Leonardo di ser Piero da Vinci nació el 15 de Abril de 1452 en Anchiano (cerca de Vinci) y murió el 2 de Mayo de 1519 en Cloux a la edad de 67 años.
Biografía de Nicolas Copernico
P�cticamente a partir del momento de su muerte Nicol�s Cop�rnico (1473-1543) revolucion� la astronom�a con su libro De revolutionibus orbium coelestium (Sobre las revoluciones de los orbes celestes), que afirmaba que el Sol, no la Tierra, es el centro del universo. Pero fue un profeta refluente, pues era una hombre reservado e introvertido, esencialmente conservador, que durante la mayor parte de su vida ocup� un puesto de can�nigo.
Hijo de un comerciante en cobre que muri� cuando Nicol�s ten�a diez �a�os, Cop�rnico fue adoptado por su t�o Lucas Waczenrode, quien se asegur� de que el t�mido chico y su disoluto hermano mayor hicieran estudios. Cop�rnico (su nombre original era Niklas Koppernigk y �l lo latinizo, como estaba de moda) estudi� matem�ticas y arte en la Universidad de Cracovia, astronom�a en Bolonia, medicina en la Universidad de Padua (unos estudios de tres cursos) y derecho can�nico en Ferrara. En la �poca en que acab� los estudios, en 1506, su t�o �un hombre con fama de no re�rse nunca� era obispo de Ermeland, una regi�n pol�ticamente vol�til de la Prusia oriental. Cop�rnico, que ya hab�a sido nombrado con�nico de la Iglesia cat�lica, pas� a ser el ayudante al tiempo que m�di�co personal de su t�o. Se dedic� a la reforma de la moneda y se esforz� en mantener Ermeland independiente de sus poderosos vecinos, Polonia y los caballeros de la Orden Teut�nica, pero tuvo pocos amigos y no se cas�. M�s tarde se supo que ten�a una relaci�n sentimental con su ama de llaves, Anna; las autoridades eclesi�sticas le pidieron que le pusiera fin y �l obedeci�.Pero si su vida personal y p�blica estuvo dedicada a mantener el orden social, su vida intelectual estuvo orientada a derrumbarlo. Al inicio de su carrera como can�nigo pas� muchas horas pensando en el sis�tema geoc�ntrico de Ptolomeo, que le parec�a inadecuado porque precisaba de complicadas explicaciones para dar cuenta de fen�menos ordinarios como el movimiento retr�grado o la constante proximidad de Mercurio y Venus al Sol. Se le ocurró a Copérnico que si la Tierra fuera en realidad el centro del sistema ning�n planeta deber�a hacer retrocesos. Del mismo modo, si Venus y Mercurio giraban alrededor de la Tierra, deber�an situarse a veces lejos del Sol, lo cual nunca ocurria.Por otra parte, si se utiliza el sistema cuyo centro es el Sol que propuso Aristarco de Samos, estas dificultades intr�nsecas se superan f�cil�mente. Venus y Mercurio se ver�an cerca del Sol porque en realidad se hallan m�s cerca del Sol. Los planetas dar�an en ocasiones la sensaci�n de moverse hacia atr�s porque a veces la Tierra los adelanta en su interminable dar vueltas alrededor del Sol. Todo esto era evidente para Copérnico, pero se lo callaba.Luego, en 1512, despues de haber asistido junto con su t�o a la recepción con motivo de la boda del rey de Polonia en Cracovia, Waczenrode sufrió una grave intoxicaci�n alimentaria y murió. (La muerte fue tan repentina que se pens� en un posible asesinato.) Cop�rnico se traslad� a Frauenburg, donde se hizo cargo de las obligaciones de can�nigo de la catedral y se instal� para el resto de su vida en una torre rectangular al�menada que dominaba un lago cuyas aguas flu�an hacia el mar B�ltico. Allí escribi� un breve resumen de sus ideas, explicando que el Sol es el centro del universo, que la Tierra rota sobre su eje y orbita alrededor del Sol, y que este movimiento es el que explica los retrocesos de los planetas.Aunque este revolucionario tratado s�lo circul� de forma privada, las nuevas ideas se extendieron. Durante las tres d�cadas siguientes a la aparici�n de su teor�a, Cop�rnico ni public� ni ense��, pero su sistema era comentado all� donde se reun�an varios astr�nomos.Cop�rnico no particip� en estas conversaciones. No obstante. redefin� su teor�a. En los m�rgenes de los libros que iba leyendo, a menudo tomaba notas astron�micas, junto con apuntes que se refer�an a curas para el dolor de muelas, las piedras de rió en, los callos y la rabia, enfermedades cuyos medicamentos conten�an ingredientes tales como canela, d�c tamo, herrumbre, perlas, hueso del coraz�n de venado y cuerno de unicornio. Elabor� unas nuevas tablas sobre el movimiento de los planetas y escribi� extensamente. Pero, como otros muchos autores, guardaba los manuscritos en su caj�n. Su inclinación debido a su carácter retrardo, a su conciencia de que su teor�a podr�a desencadenar una controversia eclesi�stica y quizas a su gusto por el culto pitag�rico al secreto� era no publicarlos nunca.Probablemente no lo habr�a hecho, adem�s, de no ser porque al final de su vida, fortuita e inesperadamente, gan� un disc�pulo, un joven profesor de matem�ticas y astronom�a que lleg� a Frauenburg a estudiar con el gran hombre. Georg Joachim Iserin, conocido por Rheticus (adopt� el nombre latino para eludir ser vinculado a su padre, un m�dico decapitado por brujer�a), inmediatamente inst� a Cop�rnico a publicar. Esto sumi� a Cop�rnico en un mar de nervios y dudas. Preocupado porque su teor�a iba contra el saber aceptado de la �poca, Cop�rnico quiso no obstante publicar sus tablas de los movimientos de los planetas: lo que no quiso fue mencionar la teor�a que las respaldaba. Cuando llev� a Rheticus, luterano, a casa de su �nico verdadero amigo, Tiedemann Giese, obispo de una di�cesis vecina, su amigo y su disc�pulo trataron de convencerlo de la im�portancia de que publicara tanto sus tablas como sus opiniones. Por �ltimo se alcanz� un compromiso; Rheticus escribir�a un libro explicando las ideas de Cop�rnico, a quien s�lo lo mencionar�a por su nombre de pila y su lugar de nacimiento.Rheticus escribi� as� una �carta� a uno de sus maestros en la que describ�a la teor�a del �reverendo padre Dr. Nicol�s de Torun, can�nigo de Ermeland�. Hizo que se imprimiera la carta, que inclu�a comentarios astrol�gicos y b�blicos, y la envi� a unas cuantas personas. Ahora que hab�a expuesto la teor�a, aumentaron las presiones sobre Cop�rnico para que publicase todos sus descubrimientos. Al final cedi�.Rheticus se ocup� del trabajo, copiando meticulosamente (y haciendo correcciones de menor importancia) el voluminoso manuscrito de Cop�rnico. Cuando hubo acabado, se inici� el proceso de imprimir el libro, pero, como llevaba ya dos a�os fuera de su universidad, lo dej� para volver a hacerse cargo de sus obligaciones docentes. Regres� a la Universidad de Wittenberg y fue elegido en seguida decano. Cuando concluy� su mandato, en mayo de 1542, se traslad� a Nuremberg, con el manuscrito en las manos, a concluir la tarea.Poco despu�s Rheticus consigui� un nuevo puesto en la Universidad de Leipzig y abandon� el proyecto. Tal vez se sintiera alejado de Cop�rnico, pues en los agradecimientos del libro, que sin duda Rheticus vio, Cop�rnico omit�a mencionar al hombre que m�s le hab�a ayudado. De modo que Rheticus traspas� la responsibilidad de imprimirlo a otra persona.
Detodas las anomal�as astron�micas que confund�an a los observadores precopernicanos, la m�s desconcertante era c�mo los planetas, que por regla general avanzaban por el firmamento de oeste a este, en ocasiones daban la sensación de invertir la direcci�n. Los primeros astr�nomos creyeron que estos aparentes retrocesos, o retrogradaci�n, eran reales e inventaron complicados sistemas para explicarlos.Copérnico demostr� que el movimiento hacia atr�s de los planetas es una ilusi�n. Ocurre porque los planetas giran alrededor del Sol a distintas distancias. Como consecuencia, a menudo la Tierra adelanta a un planeta m�s alejado, que entonces da la sensación de retroceder, exactamente igual que el tren de cercan�as que traquetea dirigióndose hacia el campo parece, sin embargo, estar regresando a la ciudad cuando el tren expreso en que va uno avanza más deprisa por las v�as de al lado.Del mismo modo, un planeta interior que se mueva más deprisa, como Mercurio, que recorre una �rbita m�s corta, puede dar la impresi�n de mo�verse hacia atros porque da varias vueltas alrededor del Sol durante el a�o terrestre. De modo que da la impresión de cambiar de direcci�n repetidas ve�ces cuando adelanta a la Tierra y luego se aleja de nosotros. En realidad lleva en todo momento la misma dirección.Entra en escena Andreas Osiander. Sacerdote luterano, hab�a propuesto dos a los atros que, si Copérnico se decido a a publicar el libro, se�r�a prudente decir que las hipótesis que conten�a no eran artículos de fe sino meramente artificios para calcular. Al hacer esta rectificaci�n, pens� Osiander, Copérnico esquivara las cr�ticas de �los aristot�licos y los teólogos a cuyas contradicciones tem�is�. Teniendo esta idea a�n presente, Osiander se la aplicó a su mismo, para proteger a Cop�rnico, y agregó un prefacio equ�voco, famoso en la historia de la astronomía, que rebajaba la importancia del libro. Estas hip�tesis no necesitan ser ciertas, ni siquiera probables; si aportan un cálculo coherente con las obser�vaciones, con eso basta escribió Osiander. Por lo que se refiere a las hip�tesis, que nadie espere nada cierto de la astronom�a, que no puede proporcionarlo, a no ser que se acepten por verdades ideas concebidas con otros propósitos y se aleje uno de estos estudios estando más loco que cuando los inició. Adios.� El prefacio sin firmar, que todo el mundo atribuyó a Copérnico, arrojaba dudas sobre las ideas del libro al dar a en tender que ni siquiera el autor las cre�a.Se tarda un año en acabar la impresi�n del volumen, tiempo durante el que Cop�rnico tuvo un ataque de apoplejó y qued� parcialmente paralizado. El primer ejemplar impreso del libro, que estaba dedicado al papa, lleg� al castillo de Frauenburg el 24 de mayo de 1543.Aquel mismo d�a, m�s tarde, murió Cop�rnico.Su sistema prevaleci�. No era el modelo elegante que imaginamos nosotros, porque Cop�rnico, lo mismo que Arist�teles, estaba encadenado a la idea de la perfecta órbita circular. (S�lo despu�s de que Johannes Kepler anunciara que las �rbitas eran el pticas fue posible un sistema verdaderamente exacto.) En consecuencia, hubo que ajustar algunos detalles. Cop�rnico hizo lo que hubiera hecho cualquier otro: agregó epiciclos, ruedas dentro de las ruedas en las que daban vueltas los distintos astros. Por ejemplo, nueve ruedas diferentes explicaban los distintos movimientos de la Tierra. Además, las ruedas, como en el caso de Filolao, no giraban alrededor del Sol sino alrededor de un punto próximo al Sol. Y de acuerdo con Kepler, quien puso al descubierto que el autor del infame prefacio era Osiander, Cop�rnico ni siquiera descarta la noci�n de que los cuerpos celestes pudieran estar incrustados en cristal sálido. En resumen, el sistema copernicano era un galimat�as.Eso no tuvo importancia, como tampoco tuvo importancia que el entero mundo cristiano rechazara oficialmente la tesis. Martin Lutero calific� a Cop�rnico de �astrólogo advenedizo� y se quej� de que �Este loco quiere invertir toda la ciencia astronómica�. Lutero tenía raz�n. Durante la vida de Galileo el papa puso a Cop�rnico en el índice de li bros prohibidos (donde siguió hasta 1835, el año que Charles Darwin zarpó hacia las islas Galápagos a bordo del Beagle-Sin embargo el sistema copernicano, a diferencia del ptolomeico, estaba basado en lla realidad.La Tierra había sido zarandeada para siempre.El sol era el rey.
Biografía de Johannes Kepler
(Würtemburg, actual Alemania, 1571-Ratisbona, id., 1630) Astrónomo, matemático y físico alemán. Hijo de un mercenario -que sirvió por dinero en las huestes del duque de Alba y desapareció en el exilio en 1589- y de una madre sospechosa de practicar la brujería, Johannes Kepler superó las secuelas de una infancia desgraciada y sórdida merced a su tenacidad e inteligencia.
Tras estudiar en los seminarios de Adelberg y Maulbronn, Kepler ingresó en la Universidad de Tubinga (1588), donde cursó los estudios de teología y fue también discípulo del copernicano Michael Mästlin. En 1594, sin embargo, interrumpió su carrera teológica al aceptar una plaza como profesor de matemáticas en el seminario protestante de Graz.
Johannes Kepler
Cuatro años más tarde, unos meses después de contraer un matrimonio de conveniencia, el edicto del archiduque Fernando contra los maestros protestantes le obligó a abandonar Austria y en 1600 se trasladó a Praga invitado por Tycho Brahe. Cuando éste murió repentinamente al año siguiente, Kepler lo sustituyó como matemático imperial de Rodolfo II, con el encargo de acabar las tablas astronómicas iniciadas por Brahe y en calidad de consejero astrológico, función a la que recurrió con frecuencia para ganarse la vida.
En 1611 fallecieron su esposa y uno de sus tres hijos; poco tiempo después, tras el óbito del emperador y la subida al trono de su hermano Matías, fue nombrado profesor de matemáticas en Linz. Allí residió Kepler hasta que, en 1626, las dificultades económicas y el clima de inestabilidad originado por la guerra de los Treinta Años lo llevaron a Ulm, donde supervisó la impresión de las Tablas rudolfinas, iniciadas por Brahe y completadas en 1624 por él mismo utilizando las leyes relativas a los movimientos planetarios que aquél estableció.
En 1628 pasó al servicio de A. von Wallenstein, en Sagan (Silesia), quien le prometió, en vano, resarcirle de la deuda contraída con él por la Corona a lo largo de los años. Un mes antes de morir, víctima de la fiebre, Kepler había abandonado Silesia en busca de un nuevo empleo.....